Mitos y Realidades

El gato es uno de los animales sobre los que más habla y poco se sabe, por lo que en esta sección verás los mitos más comunes y una explicación real de cada uno, si los comentas con alguien ayudarás a que más gente conozca la verdad sobre los gatos y no vaya a cometer errores con su mascota.



Mito
Realidad
Las personas no deben bañar a los gatos.
Aunque a la mayorías de los gatos no les gusta mojarse, no hay ninguna razón para no bañarlos. Para ello se sebe bañar a nuestra mascota en un lugar sin corrientes de aire, con agua tibia y luego secarlo con una toalla. Pues al igual que los humanos, si se les moja y se enfrían pueden enfermarse.
Por otra parte, es bueno bañar a tu gato un máximo de dos veces al mes, pues les toma aproximadamente una semana recuperar la grasa natural de su pelo, que ellos convierten en vitamina D.


El pelo de gato da alergia.
Aunque “el pelo de gato es muy finito” (como dicen muchas personas que no tienen gatos), éste NO provoca enfermedades.
Cuando una persona presenta un cuadro de alergia junto a un gato es porque esta persona es alérgica a la saliva del gato, no al pelo en sí. Muchas veces esta alergia puede controlarse si el gato está recién bañado o si la persona está bajo tratamiento médico, porque hay que tener claro que esa persona está enferma debido a su condición genética, y eso no es culpa del gato. En ocasiones la exposición prolongada a los gatos logra que esa alergia se cure por medio de un proceso de adaptación del organismo de la persona.


El pelo de gato provoca asma.
Al igual que con las persona alérgicas, el problema está en la persona no en el gato.
En ocasiones cuando el asma se presenta después del contacto con un animal, éste fue sólo el detonante, pero en realidad la persona ya había nacido con una predisposición genética al asma. De la misma forma esta enfermedad se hubiera presentado al exponerse al humo de tabaco, al polvo, u otros.
En este caso no debe culparse al gato, y en todo caso lo bueno es que ahora esa persona sabe que tiene asma y puede tratarlo con su médico.


Los gatos causan infertilidad a las mujeres.
Vergonzosamente, muchos mitos sobre los gatos han sido fomentados incluso por médicos, pero si nos remitimos a los hechos, éstos “profesionales de la salud” no han estudiado jamás a los animales.
No existe ningún motivo por el cual un gato pueda tener estos extraordinarios poderes sobrenaturales sobre las mujeres. En todo caso, si una mujer no es fértil, y a la vez tiene a un gato en casa, es una coincidencia.


No deben estar junto a mujeres embarazadas.
Se cree que los gatos contagian Toxoplasmosis, una enfermedad que es dañina para los fetos. Pero las enfermedades no surgen por generación espontánea, para contraer el parásito que la provoca es necesario estar en contacto con éste, y aunque a veces puede ser contraída por exponerse a las heces de los gatos, también puede contraerse por comer carne cruda (cuando no se cocina bien), ya sea de vaca, cordero, o cerdo; también se encuentra en las verduras, los huevos, o leche que no ha sido pasteurizada.
Para evitar enfermarse basta con asearse bien las manos después de manipular los desechos del gato. Pero para salir de dudas, basta con hacerse una prueba de sangre (ambos, mujer y gato); aunque cabe remarcar que la posibilidad de que el gato esté enfermo es verdaderamente mínima; en todo caso, el gato debió enfermar por comer carne cruda contaminada de ratas o pájaros.


Los gatos siempre caen de pie.
Aunque los gatos gozan de gran elasticidad, la verdad es que a veces les falla. Los gatos suelen tener mayores daños cuando caen de poca altura, como de una azotea, pues cuando se llegan a caer se asustan y tensan su cuerpo, por lo que no tienen tiempo para relajarse y tomar una posición adecuada. Este tipo de caídas pueden ocasionar fracturas y lesiones a veces mortales.


Los gatos no caen de las bardas.
También tienen buen equilibrio, pero “al mejor cazador se le va la liebre”, por lo que lo mejor es evitar que nuestro amigo ande por lugares peligrosos poniendo algún enrejado o valla que le evite el paso.


La leche es su alimento básico.
Es verdad que a muchos gatos les gustan los lácteos como los quesos y la leche, pero muchos gatos adultos no la toleran y les provoca diarrea.
Si un gato está bien alimentado no necesita de la leche para obtener nutrimentos. Sólo se le debe dar leche como un antojito de vez en cuando al gato que le guste y la digiera bien. También puedes buscar leche especial para gatos que algunas marcas de alimentos ya tienen a la venta, aunque se recomienda sobre todo para gatas gestantes y lactantes.
El problema con la leche de vaca es que tiene demasiada carga nutrimental, algo así como “para nutrir a un toro”, por lo que incluso para los humanos suele ser muy pesada.


Una gata o gato esterilizados suben de peso.
La esterilización no provoca obesidad en ninguno de los casos. Lo que provoca el aumento de peso es que el gato que acostumbraba irse de casa para buscar novia recorría gran terreno, peleaba y no comía bien por días; por lo que una vida sedentaria, o una mayor ingesta de comida, harán que tanto un gato como una gata suban de peso. Cuando esterilices a tu mascota pregúntale al veterinario cuál es la mejor dieta a seguir.


Las gatas deben tener al menos una camada antes de ser esterilizadas.
No existe ningún beneficio para la gata el que tenga una camada, por lo que no es necesario… al menos que tú quieras a unos tiernos y regordetes mininitos para querer y besar. Recuerda que si no piensas tener más gatos y quieres evitarte el problema de buscarles hogar, puedes esterilizar a tu gata a partir de los seis meses de edad.


Los gatos ven en la obscuridad.
Éste es un mito a medias, pues ellos ven seis veces mejor en la obscuridad que los humanos, pero para ello necesitan aunque sea una pequeña luz que pueda ser procesada en sus ojos. Si un gato está en una habitación oscura sin ventanas y ninguna luz entra por la puerta, el felino no verá nada de nada.


Los gatos pierden el equilibrio si les cortas los bigotes.
Los bigotes tienen una función sensorial muy importante para que el gato esté consciente de las cosas muy cercanas, como cuando está en lugares muy obscuros; así que al cortarlos lo que se limita es su percepción en este sentido, pero no su equilibrio. Sin embargo, córtale los bigotes a un gato es un acto de crueldad mucho más allá de una travesura, y es una mutilación totalmente inaceptable.


Los gatos curan sus heridas solos.
Toda enfermedad y lesión debe ser tratada por el veterinario, pues aunque los gatos pueden desarrollar inmunidad ante algunas enfermedades (al igual que los humanos), muchas veces éstas ponen en peligro su vida. Si lamen mucho una herida pueden retrasar el proceso de cicatrización e incluso transmitirse bacterias que le causen una infección.
En el caso de las lesiones por peleas o caídas, si no se atienden con el veterinario, el animal sufrirá de dolor innecesario; además de que puede complicarse, dejando al gato con una dolorosa lesión permanente, deformación de la estructura ósea, e incluso podría provocarle la muerte.


Los gatos comen ratones.
Esto sería verdad si tu gato fuera un gato silvestre, pero los gatos caseros son guiados por su instinto para perseguir todo tipo de animales pequeños y jugar, aunque normalmente los matan en el proceso. Raramente se comen las presas que atrapan, pues prefieren un buen plato de croquetas, a menos que los hayan acostumbrados a comer carne cruda, lo cual no es recomendable porque pueden enfermarse de muchas cosas. Si ves que tu gato ha atrapado un ratón, o pájaro, retíraselo inmediatamente porque puede contraer parásitos, pulgas o enfermedades.
Por cierto, desparasita a tu gato al menos dos veces al año.


Los gatos son muy independientes.
Aunque a los gatos les gusta tener su espacio, éstos necesitan de su amo para satisfacer casi todas sus necesidades vitales. Requiere que le des de comer, limpiar su arenero, bañarlo, llevarlo al veterinario para aplicarle sus vacunas y curar sus heridas. Además de que sin tu afecto y sin juegos puede deprimirse y dejar de comer. Si no le pones atención a tu gato, el menor de los males es que huya de casa.


Los gatos son carnívoros.
El hecho de que gusten de comer croquetas, además de carne, nos dice que no son exclusivamente carnívoros. De hecho son omnívoros; si acostumbras a un gato a comer vegetales desde pequeño, verás que puede combinarlos muy bien con otros alimentos y así cubrir sus necesidades nutricionales.
Cuando los criadores recomiendan no darles alimentos caseros, lo hacen pensando en que el dueño no sabrá darle al gato los alimentos propicios para él, así que prefieren sólo decir que no. Pero si estás bien informado de sus necesidades (de acuerdo a su raza, edad y tamaño), puedes darle una dieta casera; lo importante es que sea constante para evitarle trastornos digestivos.
Y si no sabes qué alimentos son los mejores, las croquetas nunca fallan.  


Los gatos negros dan mala suerte.
Ja ja ja ja…