Historias Reales de Gatitos

Muchos gatitos han pasado por “Purfect Goldy”, algunos se han quedado y otros han encontrado una familia. Para que sepas más de ellos, estas son algunas de las historias más memorables. 

*Los casos más antiguos se encuentran al final de esta página, mientras que los más recientes los puedes ver arriba. 

Si deseas adoptar a uno de los siguientes gatitos, ve a la sección de Adopta un Gato, de esta página.


Atención: En este apartado podrás ver fotografías de archivo de algunos casos de rescate. En ellas podrás constatar los daños y el dolor que el abandono les ha provocado. Algunas fotos fueron captadas en el momento en que los gatos llegaron al Santuario, y su finalidad es la de formar parte del seguimiento médico de cada uno. Afortunadamente, con el tratamiento adecuado la mayoría de los felinos se recuperan exitosamente.






·         Hércules, Pompón, Kiri y Yuki.
Los cuatro fueron cachorros sumamente carismáticos. Llegaron al Santuario cuando el esposo de una amistad nos los trajo inesperadamente de casa de su madre. Al principio sólo nos entregó a Hércules y Pompón, argumentando que por la avanzada edad de la mujer, no se podía hacer cargo de ellos; pero lamentablemente los otros dos, un macho y la única hembra se habían extraviado. Acogimos a los dos primeros con mucho gusto y vimos que estaban muy gorditos, de buen tamaño y con un buen estado de salud (que el veterinario confirmó un par de días después). Estaban un poco asustados, pero poco a poco se relajaron y mostraron su cariñoso carácter. A los pocos días, el mismo hombre regresó diciendo que había encontrado a los hermanitos extraviados, los cuales habían pasado un par de días escondidos entre un montón de escombros en su patio. A pesar de que estaban nerviosos, se mostraron sumamente cariñosos, como los dos eran de color blanco, lo nombramos a él Yuki (nieve) y a ella Kiri (niebla).
Todos crecieron juntos en el Santuario y ahora son cuatro bellos gatos de buen carácter.
Hércules es el gato fuerte, cariñoso y juguetón, pero es muy ansioso y le asustan los cambios.
Pompón es el gato elegante y cariñoso, con gran dignidad (ya fue adoptado).
Kiri es cariñosa y serena, la imagen de la señorita educada (ya fue adoptada).
Yuki es muy juguetón, cariñoso y muy apegado, todo un amor.
Adopta a Hércules y/o Yuki.      



·         Gizmo
Una mujer tocó a nuestra puerta para decirnos que un gatito llevaba dos días debajo de un auto descompuesto y esa fue razón suficiente para salir en su ayuda. Llegamos a la calle que nos mencionaron y en efecto allí estaba un pequeño de cuatro meses de edad, muy asustado y hambriento. Cerca del lugar había un par de perros que lo intimidaban y aunque lo llamamos varias veces, él no tenía valor para salir. Pero en ese momento recurrimos a un efectivo plan de rescate, le ofrecimos unas croquetas que llevamos con nosotras (muy útiles cuando deseas atraer a un gatito), y en efecto… él vino. Resultó ser tan tierno, inteligente y aseado, que fue adoptado rápidamente en un amoroso hogar a los pocos meses de vivir en el Santuario.     



·         Simba, Eufrates y el Hámster.
Rescatamos a estos hermanos que del maltrato de varios niños en un mercado de la ciudad. Ese era un día rutinario, cuando unas risas burlonas llamaron nuestra atención, allí estaban estos mocosos jugando cruelmente con tres gatitos muy confundidos. Les jalaban la cola, los empujaban y se los aventaban entre sí… fue un espectáculo que contemplamos mientras nos preguntábamos si eran mascotas de algún locatario, pero decidimos que no había tiempo de averiguar, y en todo caso, no merecían ese trato; así que nos acercamos, tomamos a los cachorros en nuestras manos y les llamamos la atención a esos niños por su conducta. Los niños parecían no entender el error y ninguno se asumía responsable de los felinos, por lo que decidimos llevárnoslos. Los gatitos estaban muy asustados y delgados. Al llegar al Santuario, observamos que se encontraban delicados, pues los alimentos no les caían muy bien; el más pequeño de ellos, a quien provisionalmente nombramos Hámster (porque su pequeña nariz y tamaño nos remitía a la forma de este roedor), era el más afectado;  el veterinario y nosotras hicimos todo cuanto pudimos para mejorar su salud, pero su anterior vida carente de cuidados había cobrado su precio y solamente vivió con nosotras poco más de una semana.
Por fortuna, sus hermanitos, Simba y Eufrates, reaccionaron muy bien al tratamiento y se recuperaron exitosamente. Pasado un mes ya estaban completamente sanos y eran muy juguetones. Actualmente los dos esperan que los adopte una familia que los quiera y respete.
Adopta a Simba y/o Eufrates.

   

·         Deví
Deví era una gatita de seis meses cuando la vimos por primera vez. Un día cualquiera durante una caminata, vimos a lo lejos que una gatita cálico seguía pausadamente a una niña que no sabía cómo deshacerse de ella. Evidentemente Deví estaba perdida y se dedicó a seguir a todo aquel que pasara cerca. Fue un espectáculo muy gracioso, y cuando pasamos junto a ella, nos empezó a seguir. Nos detuvimos y giramos a verla, pero nuestra reacción pareció sobresaltarla y corrió debajo de un auto, para mirarnos extrañada. Nos acercamos más y cuando le extendimos amistosamente nuestros brazos, la gatita llegó y se entregó por completo. Supusimos que había sido abandonada y la trajimos al Santuario. Tiene ya un par de años viviendo con nosotras y se le ve ansiosa por tener una nueva y amorosa familia, pues le gustan muchos los cariños. 
Adopta a Deví.



·         Tigris y Horus
Ellas son dos cariñosas hermanas. Llegaron a nuestra vida cuando un niño tocó a nuestra puerta con la historia de que se las había encontrado vagando por la calle. No esperábamos que alguien viniera a dejarnos gatos hasta la casa, y no nos parece responsable fomentar que la gente crea que puede deshacerse de sus mascotas cuando sea, pero no teníamos forma de comprobar si su historia era cierta. Lo único cierto es que en esa situación sólo podíamos darle la oportunidad de un hogar a estas chiquitas. Desde el principio fueron muy juguetonas; Tigris, la intrépida y aventurera; y Horus, la tierna e inseparable.  Ahora tienen 5 años de edad.
Horus es huésped permanentemente en este Santuario.
Tigris, ansía conocer a una familia que le enseñe otro mundo.
Adopta a Tigris.



·         Callisto
La historia de Callisto es la de un gatito que pasó de méndigo a millonario. Y también es la historia de un gatito que aprendió a confiar en el amor de las personas. Él era el gato negro del barrio, lo habíamos visto rondar muchas veces, incluso desde antes de fundar nuestro Santuario. Era sabido que nunca había tenido un hogar, pero gracias a su astucia había logrado vivir de lo que la gente dejaba para él. Cada vez que lo veíamos tratábamos de hablar con él y de darle confianza, así como comida; de ese modo, poco a poco se aproximó más, hasta ese día en que pasó largas horas durmiendo dentro de casa, en nuestra compañía. Entonces tenía unos dos años de edad y aprendió a confiar en algunas personas. Ahora vive con una familia, donde tiene mucho espacio para sentirse libre, y a la vez protegido, en un enorme y hermoso jardín.



·         Samsara
Es el típico gato bonachón y de buen comer. Tenía entre uno o dos años de edad cuando una joven pareja que vende productos nos lo ofreció. Nos dijeron que el gatito había llegado por cuenta propia a su casa, pero que no podían mantenerlo. Por esa razón nos ofrecimos a buscarle un hogar al regordete Sam, y como tiene una cara preciosa y le encantan los mimos, rápidamente conoció a su nueva dueña: una señora que le ofreció no sólo un hogar, sino a otros dos hermanos felinos para jugar.



·         “Los carita sucia”
Rudy y Mai, dos hermanitos gemelos (conocidos también como “los carita sucia” por su dificultad para mantenerse limpios), son los protagonistas de una historia de lucha por la vida. Nos fueron entregados por un conocido que dijo haberlos encontrado. Parecían tener más de tres meses, pero su talla era muy pequeña. Desde el principio se mostraron muy débiles y con poca fuerza, aún así, con frecuentes visitas al veterinario y mucho amor, cumplieron los seis meses de edad. Mai era una gatita sumamente dulce y de carácter apacible, Rudy era tímido y asustadizo. Lamentablemente, una bacteria invadió su sistema y ellos no tuvieron más resistencia. Ambos fallecieron en septiembre de 2009, dejando un hueco en nuestros corazones.
 


·         Neko
Este activo minino era mascota de un vecino a quien se lo habían regalado ya adulto, sin embargo, a las pocas semanas notamos que Neko nos visitaba demasiado y siempre parecía hambriento. Poco después nos enteramos que el vecino lo había echado de la casa porque “chillaba” demasiado. Y la razón por la que maullaba tanto era porque este gato es sordo (una condición frecuente entre gatos blancos de ojos azules). Nos dimos cuenta de su condición cuando interactuamos con él, y a pesar de ello, Neko nos aceptó fácilmente. Tiempo después aquel vecino quiso que le devolviéramos al gato porque su hija quería jugar con él, pero al explicarle que el gato es sordo y necesita cuidados especiales, además de que no es un juguete, el hombre desistió. Con el tiempo, Neko logró grandes avances para adaptarse a la vida en grupo y logró establecer una rutina, por lo que ya no llora y se sabe comportar. Afortunadamente fue adoptado por amigo nuestro, que sabemos le da los cuidados que necesita. 



·         Mina
Mina llegó a nosotras de la misma forma que en la leyenda de los bebés que son dejados a la puerta de un hogar. Era una noche de primavera en la que estuvimos despiertos hasta altas horas de la noche, y entonces escuchamos un triste maullido fuera de la casa. Salimos con la disposición de buscar a ese gato, pero con sólo abrir la puerta vimos que Mina estaba allí, esperándonos. No era el gato de ningún vecino y supusimos que la suerte la había llevado al lugar correcto. En ese momento tenía la edad de 5 o 6 meses. Estaba cubierta de pulgas, pero al día siguiente la llevamos con el veterinario y rápidamente eliminamos los parásitos; fuera de ello, siempre ha gozado de buena salud y fue esterilizada a los ocho meses de edad. Actualmente tiene 6 años y es muy tierna, pero un poco tímida, por lo que no le gusta el bullicio; sin embargo, está ansiosa de cariño y compañía humana, razón por la que es una gatita apta para adopción. 
Adopta a Mina.



·         Choco
Este gatito color siamés, fue un regalo que vino junto con Mina, pues lo encontramos el mismo día en que la llevamos al veterinario. Era el 30 de abril del año 2007 y su inagotable chillido no nos permitió ignorarlo. Estábamos a unos metros de la entrada de la clínica, cuando vimos que el origen de tan desesperado lloriqueo era este pequeño ser de ojos peculiares, viéndonos desde la orilla de la acera. No podíamos creer que en vez de uno, llevaríamos a dos a revisión. Cargamos con él, que no tenía más de tres meses de edad y lo llevamos junto con Mina a ver al médico. Él resultó tener buena salud y rápidamente reconoció a Mina como su hermana mayor; y como todo hermano pequeño, solía hacerle grandes travesuras a la pobrecilla. Ahora es un gato que ha dejado atrás las travesuras y simplemente es un gran felino que disfruta de la buena vida; la cual pasa ahora junto a una nueva familia.



·         Muspel
Fue la vela en el pastel de cumpleaños, literalmente, pues llegó a nosotros durante la celebración de cumpleaños de una de nosotros. Nos disponíamos a degustar del pastel cuando una vecina tocó a nuestra puerta para preguntarnos si era nuestro un gatito que lloraba a un par de casas de distancia. Y bueno, no era nuestra… pero tuvimos que ir a ver. Y allí estaba la gatita más joven que ha llegado a casa, con no más de un par de semanas de vida, esta gatita negra aún no tenía los ojos abiertos. Rápidamente la llevamos adentro y cariñosamente la criamos hasta que se convirtió en una hermosa y distinguida gatita… aunque un poco caprichosa y traviesa. Es una de las gatitas más querida y será por siempre un miembro de nuestra familia.



·         Ágora


Encontramos al pequeño Ágora en la calle, justo cuando la época de lluvias estaba en su apogeo. Habíamos salido por algunas compras y al refugiarnos en una sombra a mitad de nuestro camino, él se asomaba de una pequeña y empapada caja de cartón. No lloraba, sólo parecía asustado. Nos acercamos a él y nos miró con los ojos más brillantes y hermosos jamás vistos. Luego, un diminuto maullido suyo nos preguntó “¿me quieren?”… y definitivamente así era. Se convirtió en un huésped más y creció muy feliz. Siempre ha tenido el espíritu de un pequeño e incluso a su edad no deja de jugar… aunque ahora en su nuevo hogar, porque fue adoptado por una joven que lo cuida como a un bebé.
    


·         Cuisi
Esta gatita blanca ha pasado por momentos sumamente difíciles. Es la que menor tiempo tiene en el Santuario y la encontramos a principios de diciembre de 2009 vagando por una calle, sumamente delgada y sucia. Al acercarnos ella mostró mucha confianza con nosotras y nos saludó con un dulce maullido, pero justo entonces descubrimos que una terrible infección había invadido su ojo izquierdo. Inmediatamente la acogimos y llevamos al veterinario, quien al revisarla concluyó que no había remedio para su ojo (pues su estado era sumamente avanzado) y tuvo que realizarle una enucleación (extracción del globo ocular).

Fotografía
tomada dos días
después de la cirugía.




Dicho daño le ocasionaba mucho dolor y si no era tratada rápidamente su vida corría peligro. Fue hospitalizada y pasó varios días en tratamiento. Pero para su mala fortuna, justo cuando se esperaba su recuperación, la pequeña aventurera tuvo otras dos recaídas, de modo que su tratamiento tuvo que prolongarse más de lo previsto. Actualmente se encuentra en tratamiento, con un buen pronóstico.
Durante el proceso 
de recuperación.
Definitivamente Cuisi es una luchadora y gracias a la nueva alimentación, y al cariño, se ve de buen ánimo y con ganas de seguir adelante. Pasó de ser un frágil ser a una hermosa gatita que no piensa darse por vencida. Es huésped permanente del Santuario.


·         Usagui
La pequeña Usagui parecía tener un destino azaroso desde el momento de nacer y no podía encontrar un hogar. Cuando llegó a nosotros fue por medio de alguien, que a su vez la había recibido de otra persona; pero su andar se detuvo cuando la conocimos. Tenía como dos meses de edad, pero era tan pequeña que parecía de apenas uno. Al conocerla vimos su gran anhelo de ser querida, pues lloraba demasiado buscando atención y compañía. Entonces conoció a su madre adoptiva, Aolani, quien la cuidó como si fuera su propia cría. Con el tiempo, Usagui transformó su ansiedad en un carácter dócil y tímido, y adora la atención. Tiene cuatro años de edad y le encanta la compañía humana, actualmente está en espera de ser adoptada.
Adopta a Usagui.



·         Nitta y Seewa
Esta es la historia de una madre y una hija que tomaron distintos caminos. Un buen día de diversión en el parque fue el momento en que encontramos a Nitta anidando entre unos hierbajos, y junto a ella estaba la única de sus crías que se mantenía con vida. La escena era devastadora y no pudimos dejarlas abandonadas a su suerte. Llegamos a casa con una madre y su única y pequeña hija. Nitta era desconfiada, pero en vista de que no tenía leche, tuvimos que criar a su pequeña nosotros mismos y la nombramos: Seewa.
A pesar del tiempo, Nitta nunca pudo mantener buenas relaciones con los otros gatos, pero era muy cariñosa con las personas si se sentía mascota única, así que fue adoptada tiempo después en un hogar donde es el centro de la atención.
Seewa siempre mostró un carácter dócil y poco dominante, pero adora que la acaricien y es muy apegada a las personas; ella fue adoptada el año pasado.



·         Kadín y Tairi
Rescatamos a Kadín y Tairi de un hogar en el que era sabido que no querían a los gatos. Estos hermanitos no tenían más de dos meses de edad y los vimos a través de una maltrecha barda jugando en el patio de esa casa, muy sucios y flacos. Decididas, tocamos a la puerta y preguntamos si podían darnos a los gatitos. La mujer de la casa dudó un momento, pero luego los recogió y nos los entregó sin decir gran cosa. Estaban plagados de pulgas y muy desnutridos, pero después de un buen baño, una visita al veterinario, y cuidados, se convirtieron en unos saludables y atractivos gatitos. Ellos fueron los siguientes huéspedes, después de Aolani y Daya. Kadín siempre tuvo un carácter solitario y fue adoptado hace tres años, ahora vive muy contento con su nueva dueña. Tairi permaneció en el Santuario durante un par de años más, pero luego fue adoptado por una agradable familia que quiso disfrutar de la compañía de este distinguido caballerito.



·         Daya y Aolani
Fueron las primeras dos gatitas que rescatamos de la calle. Las encontramos llorando  de hambre y frío en una jardinera, cuando contaban con un mes de edad aproximadamente. Inmediatamente fueron adoptadas por Snow Purfect y Stud Goldy (nuestras primeras mascotas). Crecieron como hijas de la familia y siempre fueron cariñosas y muy lindas. Gracias a ellas decidimos salvar a otros gatitos abandonados. Actualmente tienen 7 años de edad.
Aolani fue adoptada hace algunos años por una joven que la llevó a vivir con ella a otro estado del país.
Daya encontró un hogar a penas hace un año, siendo el ejemplo de que nunca es tarde para cambiarle la vida a un gatito.